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Nelly Páez, la valentía a través del tiempo en el monte Impenetrable

        Virginia: ¡Buenas tardes, Nelly! ¡Tuvimos varios desencuentros, pero finalmente logramos encontrarnos en esta videollamada! Agradezco tu tiempo, sé que a través de contarnos tu trayectoria y tus experiencias podrás trasmitir a su vez las historias y realidades de muchas mujeres que viven en el norte de nuestra provincia.

Quisiera comenzar con lo siguiente: El ejercicio profesional y vocacional nos marca con un título, me habías contado que durante un tiempo te fuiste de Miraflores para estudiar en otra provincia y tras esos años volviste como docente y en eso te desempeñaste en una escribanía ¿no?

        Nelly: "Si, me había ido a estudiar para ser docente, y también trabajaba en una escribanía como medio para mantenerme desde lo económico y poder avanzar en lo que yo quería seguir después de la docencia, que era la Antropología Social. No fue posible porque no conseguí un traslado hasta la ciudad donde debía hacer la carrera. Así que continúe con el trabajo de docencia en la zona rural, allí fue donde me gradué realmente con los conocimientos que me marcaron, y que me generaron un compromiso de constituirme como defensora de ese medio natural que me graduo en saberes. Pude tener contacto directo con las comunidades, con salteños, correntinos, guaranizados, europeizados, pueblos originarios. Todo lo que yo quería hacer en la Antropología Social me lo aportó la vida siendo docente rural."

 

Nelly Páez, la valentía a través del tiempo en el monte Impenetrable

Fotografía: Acerca, video "Coplas chaqueñas por Nelly Páez"


En ese sentido, Chaco tiene muchas culturas conviviendo en un solo lugar y eso como vos decís, enriquece un montón. Más allá de tus  profesiones como docente y hacedora del bien social, ¿cómo te definirías?

        Nelly: "Yo me animo a decir que que soy una empirista insaciable, es decir que en el día a día mientras tenga un aliento de vida, una gota de energía, quiero poder seguir esta carrera de graduarme en saberes a través del empirismo social. A través de la experiencia ir sumando saberes, cultivándome y superandome como persona. Me reconozco como un ser con muchísimos defectos, pero el hecho de ser consciente de mis falencias también es un reto para ir superándolos. Ese contacto, ese “cachetazo” que viene de aquí y de allá te hace consciente de las imperfecciones y las ganas de querer superar esas imperfecciones nacen del deseo de graduarme como empirista insaciable. Siempre tengo ganas de más. Ese es el espíritu que siempre te lleva hacia adelante, porque si uno no tuviera un objetivo o una meta, uno se queda estancado."

        Virginia: Como parte de una carrera en ciencias entiendo lo que es el amor por el conocimiento que sentís, el querer aprender de todos los tipos de saberes que se nos pueden brindar. El hecho de tener tantas culturas mezcladas nos da variedad, porque en biología uno puede tener una idea sobre una planta, pero algún habitante de los pueblos originarios te enseña algo diferente sobre ella y algún criollo tiene otra utilización, diferente a las anteriores. Todo eso se adiciona a nuestros conocimientos y ello no siempre está en los libros, como bien dijo, está en la propia experiencia de la vida.


        Nelly: "Saber no es solamente conocer lo académico sino también la “ciencia popular”. Hay que aprender del originario que no se sintió dueño de la tierra sino parte integral de este medio. Esto hizo que vaya sumando saberes sobre herboristería, obtención de insumos naturales, conocimiento que se volvió su sustento. A mí, los originarios me decían “el monte me da comida” y esa noción me parece maravillosa porque yo me crié mamando de ese monte que a mí me sostuvo y me dio vida, a ese monte nosotros le debemos nuestra existencia. Si bien es cierto que los criollos somos cultivadores de sementera (agricultores) desde que tengo uso de razón, nunca tuve que hacer más que cruzar un cerco de ramas y cortar un choclo o cosechar una sandía o arrancar una planta de maní dentro de ese monte impenetrable para obtener alimento. Claro en aquella época había más posibilidades, porque las lluvias eran a su tiempo: tempranas y abundantes, pero nosotros como hombre, como raza humana con un apetito insaciable buscando “rentabilidad” hemos ido destruyendo eso. Muchos sin darse cuenta, y otros siendo cómplices por omisión, perjudicando a la riqueza de nuestro medio natural a la cual nosotros le debemos nuestra existencia. Cómo criolla en convivencia con las comunidades originarias, yo siempre digo que no se respeta ese saber.


Yo vengo de una cuna paterna de descendencia criollo santiagueño quechua hablante, mis abuelos venían de una cultura quechua-aimara desde el altiplano y del lado materno de criollos salteños, que luego se mestizaron. Cuando nuestros antepasados vinieron al Chaco del pasado, los llamaron “costeños”. Al venir a estas pampas, a estas llanuras y estos pastizales con isletas de arboledas, tuvimos que usar la naturaleza para existir, la supervivencia se lograba costeando el río, por eso a todos los que hemos venido de la zona del norte de Santiago del Estero o de Salta, nos llamaban los “costeños” porque veníamos costeando el Río Bermejo. Ese apelativo que siempre nos dieron, como sinónimo de venido de otra provincia, es hermoso, porque en todo el trayecto de la migración fuimos sumando aprendizaje de las comunidades originarias que ya estaban ancestralmente en la zona, de los grupos guaycurú y de los grupos mataco- mataguayos del norte."

Antes había aguadas y lagunas que ellos llamaban “madrejones” que contaban con aguas permanentes que incluso en épocas de prolongada sequía no se agotaban. Entonces ellos, lógico, vinieron, se afincaron y poblaron en las zonas de aguadas permanentes. Con el tiempo se produjo un desencuentro de pueblos originarios, ya por el año 1923-1924 hubo un enfrentamiento no documentado oficialmente que se conoce a través de la gente y de los abuelos donde se avasalló a las culturas originarias, más que nada eran Qom, Wichi y Chané que estaban cerca del Bermejo y del Riacho Guaycurú. Hoy en día estas zonas son ríos muertos y riachos secos porque ya no tienen escurrimiento de agua solamente queda El Bermejito, que es un afluente importante del Bermejo pero tiene su origen en las alturas en Salta y conecta con otros ríos que lo alimentan.

Hoy en día es un rico afluente de concentración de poblaciones tanto originarias como criollos que vinieron después. Todo eso es parte de nuestra historia, el afincarse en estos territorios nacionales trayendo hacienda, con sus vacas y cabras, con animales yeguarizos. Esto produjo una amalgama de culturas, los Wichis sobre todo, reconocen que ellos aprendieron la crianza de los animales domésticos del criollo salteño y santiagueño. Y si nosotros no lo queremos reconocer es porque realmente somos miopes culturalmente, la riqueza que tenemos de los saberes ancestrales de la medicina natural la tomamos de los pueblos originarios tanto Qom como Wichi, es decir, de allí tomamos la medicina herboristera del monte chaqueño.

La gente se enoja con el viento norte cuando sopla, se enojan cuando llueve y se enojan cuando hay sequía. Yo les digo “para vivir en el chaco hay que ser valientes”. Una vez un chico se molestó por mi expresión, porque estaba en Corrientes, en una fiesta regional y el dijo “no cualquiera es correntino”. En base a eso yo le reconocí que viven en zonas rústicas, a veces inhóspitas, otras veces lacustre. Sin embargo, nosotros podemos decir “hay que ser valiente para vivir en el Impenetrable”. Siempre de manera cariñosa hacia nuestra tierra. Nuestro Impenetrable que enamora, es de dura belleza; hay una copla que lo expresa muy bien: “tierra seca, tierra pobre. ¿Como no te hay de querer?, si al llegar la primavera de nuevo haz de florecer”, decime si no es precioso eso."

        Virginia: Es precioso Nelly, la verdad que me estas emocionando mucho, me tocas el corazón, suele existir un desprestigio muy grande hacia el Chaco. Mencionaste a los correntinos y estudiando biología en Corrientes me he dado cuenta de que consideran al chaqueño motivo de burlas y eso nosotros no lo entendemos, porque nos sentimos tan felices de pertenecer al Chaco, me imagino vos Nelly, estando diariamente allá en el norte, sobre todo con este enorme legado natural por el cual vivimos, siendo el Gran Chaco uno de los últimos bosques subtropicales en el mundo. Tus palabras conmueven mucho realmente.


        Nelly: "Sí, lamentablemente la inconsciencia de los pobladores los vuelve causantes del desequilibrio natural por omisión y muchas veces por comodismo. El comodismo es ser cómodo y abúlico, a veces ocasionan daño de “puro aburrido” sin pensar ni un poco, sin darnos cuenta de cómo estamos nosotros propiciando ese proceso acelerado de desaparición del monte chaqueño.

Hoy en día la tecnología nos bombardea contando las consecuencias del cambio climático, porque no nos hacemos eco de todo eso y usamos la tecnología para otras cosas. La ciencia y la tecnología evolucionan pero así también avanza la apatía y los oídos sordos. Es muy fácil razonar pero existe una venda que nos impide ver ese bombardeo y el ritmo acelerado con el que se está destruyendo nuestro monte impenetrable. Hoy tenemos leyes, la ley de bosques la leí, la releí, incluyendo sus modificaciones constantes que buscan saciar los apetitos temporales de los gobiernos de turno, muchas veces sufrimos la segregación social por parte de los gobernantes al decir esto, pero es parte de la obligación moral. Yo digo que la ley de bosques actual es una de las mejores de latinoamérica, no hace falta modificarla, ni cambiar items, artículos e incisos. Solo falta la voluntad política de hacerla cumplir, es una ley muy completa y con sólo hacerla cumplir preservaríamos nuestros bosques. Las leyes a su vez son engañosas, porque muchas veces actos atroces contra la naturaleza se realizan desde lo legal, algunas leyes no están para proteger sino para potenciar ese insaciable apetito destructor que tenemos los homínidos."


        Virginia: Estas situaciones a uno lo dejan muy frustrado.  Sobre utilizar la tecnología a nuestro favor no siempre resulta sencillo, es difícil trasmitir el mensaje, cuesta mucho, si uno no tiene imágenes espectaculares o videos virales la gente se pierde en el internet, pero parte de utilizar estos medios es hacer cada día un poquito con lo que tenemos.

 

Nelly Páez, la valentía a través del tiempo en el monte Impenetrable

Fotografía: Video - Justicia Climática Argentina.

Te pregunto Nelly: tu trabajo es un aporte sumamente valioso a la sociedad en el ámbito cultural y ambiental, pero también constituye un patrimonio para los chaqueños ¿Cuál es tu visión, tu horizonte en el cual basas tu trabajo en el día a día?

        Nelly: "Es perseverar, mientras este será mi obligación moral. Utilizar todos los medios, difundirlo a todo oído disponible. Como decías, cuesta mucho cambiar conciencias, enseñar que no estamos haciendo las cosas bien, pero hay que perseverar. Esa lucha es la defensa por nuestro monte, por nuestra naturaleza misma, buscamos la naturaleza en perfecto equilibrio. Dentro de esto, no puedo menos que mirar al cielo y decir “cuán perfecta es la obra de creación de Tatita Dios”. Si bien sabemos desde la ciencia que hubo una evolución de la vida desde el caldo primigenio, tenemos nociones de cómo se fueron formando las cosas y cómo fue evolucionando, la vida misma, la tierra, el agua, la vida vegetal, la vida animal y el ser humano. Pero llega un momento en que nuestro raciocinio llega a un límite, entonces toca levantar los ojos al cielo y decir “nosotros quiénes somos para romper ese perfecto equilibrio de la naturaleza que nos cobija y da vida en todos los sentidos”.

El que vive en el monte integrado, produciendo el sustento quizás no produce para grandes metrópolis, pero sí lo hace el trabajador de las chacras y sin embargo a veces carecemos de la producción en nuestro Chaco, en nuestro país, pero si alimentamos a otro continente, no digo que este mal porque parte del “comunismo primitivo” es compartir la comida como las primeras comunidades. Por razones politicas tergiversadas posteriores, el comunismo primitivo se volvio mala palabra. Pero eso te lleva a decir “si yo no comparto la vida con el que esta al lado, ¿que sentido tiene?”. Es parte de la misma razón social por la cual nos lleva a estar relacionado con el de al lado, a mi no me tiene que interesar que el blanco nos llame “negro matoso” y el originario tiene razon en que el blanco le usurpo su tierra y su cultura. A veces yo me enojo con los jóvenes estudiantes sin importar el origen que sea, sin analizar de donde son, sobre todo cuando llegan a profesionales, porque olvidan la lengua de cuna. ¿Cómo defendemos así la cultura?, el Qom, el Wichi, el Guaraní, el Alemán, el Checo, todos los europeos, los mismos costeños quechua hablantes sentimos vergüenza de la herencia. ¡Dejar la lengua es terrible!, es muy grave, porque ahí viene la penetración cultural, nos avasalla.

Los mismos criollos de mi zona que han ido a la ciudad o pueblos y tuvieron la oportunidad de trabajar o formarse en una tecnicatura, cuando vienen a visitar sus pagos sienten bajeza, sienten que su origen los denigra. Yo les recuerdo que acá incluso se comen frutos del monte, eso me da energía, ¿te olvidaste de comer el cardón?, ¿te olvidas que lo usamos como producto capilar y medicinal?, ¿te olvidaste de la chicha y del guarapo? (que hoy en día le decimos hidromiel y se exporta), ¿te olvidaste de tu cuna tan hermosa?. Eso me llevó a predicar esto en la Feria Franca Miraflores, preparar frutos del medio natural, frutos del monte chaqueño, lo que nos da subsistencia, a pesar de que la gente del pueblo los rechacé, yo tengo al turista, yo se que ellos dicen, ¡mira en qué punto del mundo todavía se come esto!, ¡que bueno, que rico, que saludable! Y cuando le decis que según la ciencia los frutos de cáscara roja tienen propiedades anticancerígenas, miran aún más con asombro, y eso es un saber ancestral que teníamos, nuestros abuelos no morían de cáncer ni de tuberculosis, esas enfermedades vinieron con la sociedad, es mentira que los pueblos originarios sean tuberculosos, es la sociedad occidental que vino y de golpe nos desarticuló el equilibrio natural de nuestra nutrición, perdimos el potencial de nuestros alimentos sumados al potencial de la medicina herboristeria natural.

De golpe nos impusieron el consumir productos de consumo masivo, y cuando no podíamos comprarlos venía el hambre, las enfermedades y los parásitos. Estos son secuelas y consecuencias de haber abandonado nuestra lengua de cuna que es la que nos mantenía con fuerzas y conocimientos para seguir siendo parte del medio natural, nosotros nunca nos sentimos dueños, son las leyes las que nos endilgaron la propiedad privada, que para mi es una mentira y se enojan cuando lo digo, pero si no pagas tus impuestos mañana no la tenes. La tierra no tiene dueño, los títulos de propiedad son una mentira, y cuando decis eso recibís cascotazos porque te acusan de incitación a la desobediencia civil pero simplemente se llama conciencia."

        Virginia: Es contradictoria esta situación: quienes viven acá se van lejos para buscar nuevas oportunidades, nuevas experiencias, muchas veces queriendo huir de quienes son, de sus raíces y en contraposición las personas que vienen de la metrópoli buscan reconectar, buscan lo natural, volver a sus raíces.

        Nelly: "Por eso cuando me pregunta qué me mueve, la respuesta es la perseverancia, al preservar las dificultades no nos pueden."

 

Nelly Páez, la valentía a través del tiempo en el monte Impenetrable

Fotografía: Virginia S. Barrientos

El día a día no es solamente una rutina repetitiva sino que en el ejercicio de cuidar de La Botijita (reserva), impartir los conocimientos y el acompañamiento a los pobladores de Miraflores implica una creatividad renovada ante las diferentes situaciones que se te presentan ¿qué obstáculos se te presentaron en este camino profesional y en el avance y concreción de tus proyectos? y ¿cómo pudiste superarlos?


        Nelly: "En primer lugar, el obstáculo que nosotros mismos como homínidos desencadenamos como seres inconscientes es la situación climática, no viene solo de la gente de mi generación sino que viene de hace mucho tiempo en la raza humana. Todos queremos confort y un vivir mejor, pero en esa carrera dislocada están quienes vienen a buscar el rédito económico de los montes impenetrables. No digo que no se deba usar, se puede hacer una explotación sustentable racional, pero no producir desequilibrio y destruir. El cambio climático no solo lo padecemos nosotros, sino todo el mundo y es una situación que avanza y que no hacemos  nada por detener. El primer contratiempo son las razones climaticas, eso a nosotros nos imposibilita seguir produciendo sustentabilidad: la sequía se profundiza, las napas se salinizan y se contaminan con sales tóxicas como el arsénico, la producción primaria muere, las lechos impermeables estables se rompen, no llueve y si llueve el calor evapora el agua de los reservorios subterráneos. Además, como pequeños productores nos falta el apoyo de infraestructura para seguir produciendo y seguir viviendo, hay una falta de parte de todas las instituciones que deben potenciar que el campesino se quede en su predio. Hoy en dia obnubilados por la sociedad de + consumo, la gente vende sus animales, su campo y se compra una casita en el pueblo, donde muchas veces no tienen conexión de agua ni luz, y donde viven una vida azarosa, esto es un reflejo de las grandes urbes y ya ha penetrado en nuestras zonas del Impenetrable. Pero hay un sector social que aún permanece: el docente rural, que si bien antes estaba por 20 o 30 alumnos, hoy en día lo hace por 7. Pero está ahí y mantiene la escuela abierta y viva, porque sabe que esa población escolar le demanda avanzar en conocimientos y saberes, pero muchas veces no se visibiliza eso."

        Virginia: Hay un libro que lo escribió Luis Albornoz, que cuenta la forma de vida del maestro rural y los sacrificios que les toca hacer a veces, y es tan fuerte su presencia en el norte que se vuelven parte del folklore. ¡Ello es muy bueno! Todas las historias forman parte de esto, sin las personas en nuestros montes, en nuestros bosques, el Chaco no sería lo mismo, pero con ellas también vive en su interior un valor humano adicional incalculable.

 

Nelly Páez, la valentía a través del tiempo en el monte Impenetrable

Fotografía: Dario Norte

 

Nelly, tu trabajo sin duda nos está dejando una huella en la historia del Chaco y se convierte en patrimonio de nuestra hermosa provincia, ¿que impactó pensas que tiene tu trabajo en la visibilización del patrimonio del Chaco a nivel internacional? Nosotros hemos visto tus entrevistas en medios internacionales y eso es reflejo de ello.


        Nelly: "Nunca lo había magnificado ni medido de esa forma, pero yo creo que si se sigue el propósito interior que uno trae mientras se tenga aliento, “el cacarear” y difundir acerca de nuestro terruño, es lo que nos da valor a la existencia misma, porque vos transmitiendo estás respetando tu origen, tu pasado, a las generaciones de las que vienes y su sabiduría. Me emociona decir esto, pero yo alardeo de estar aprendiendo de los sabios analfabetos del monte, y muchos me miran torcido porque reconocer que el analfabeto es sabio es pecaminoso, se mal-entiende la sabiduría con conocimiento, con capacitación.

Vos podes ser un doctor en conocimiento, yo valoro mucho a la gente con voracidad por el conocimiento, los doctores y científicos, pero aquel que se acerca a las comunidades, el que está y siempre quiere aprender más, ese es el verdadero profesional sabio. Pero nosotros tenemos sabios del monte, graduados en la sabiduría de la naturaleza que les brindó la existencia misma y que les sigue permitiendo existir cuando no hay otros medios. Si tuviéramos un poquito de humildad nos daríamos cuenta que uno se gradua de sabio hablando con esa gente, con el analfabeto del monte.

Quiero que ese sea mi mensaje, seguir insistiendo con perseverancia. La mujer tiene que ser el puntal, el horcón del medio como la mujer rural. Muchas veces recuerdo los censos, cuando le pregunté a un vecino: “y su mujer ¿que hace?”, a lo que me respondió “no, ella no hace nada, esta en la casa”, y eso es parte de la cultura machista que tenemos los criollos. Lo digo yo siendo parte de los criollos, son las dificultades que se tiene, no siempre sos aceptada, tenes que andar con mucha sutileza para llevar tu conocimiento y tus principios para enseñar, para incentivar a los demás a defender sus derechos.En nuestra cultura de criollos, el hombre siempre ha sido el jefe del hogar, el responsable de la subsistencia, y se ve en esa expresión tan ingenua de “ella no hace nada”. Entonces yo le pregunté “¿quién lava tu ropa?, ¿quien esquila a tus ovejas?, ¿quien carnea los cabritos a las 4 de la mañana?, ¿quien prepara la comida?, ¿quien hace la tortilla y el pan?, ¿quien trae el agua temprano del madrejón y la limpia en las tinajas?, ¿quién te lava los pantalones y te remienda los calzoncillos?, puede ser una forma muy brusca de decir las cosas, pero es la forma de sacudir a las personas porque culturalmente no nos damos cuenta. ¿Solo es válido entonces andar campeando? Son duras también realmente las actividades masculinas, irse muy temprano y volver muy tarde, esta realidad es muy antigua aun antes de que exista el alambrado, donde solo el respeto impone barreras, pero a veces necesitamos dar ese sacudón.


Ese sacudón requiere valentía y sabiduría para “dar una sacudida” sin retar ni humillar. Es muy sabio y mucho más empático con la otra persona. Lo mejor fue la respuesta: ¡cuanta razón tiene usted señora!, fíjese que no me había dado cuenta, yo reconozco que mi familia está y somos, por el trabajo de mi señora. Ella está todo el día trabajando, al punto de que a veces tengo que insistirle para que se siente a tomar unos mates conmigo. Y ahí respiro y digo “valió la pena”."

La última pregunta Nelly, al conmemorar tu trabajo viéndolo en retrospectiva, quizás lo soñaste desde niña como “voy a cuidar el monte” o se fue desarrollando en tu crecimiento a lo largo de los años, ¿Qué consejo le darías hoy a tu niña interior?


        Nelly: "Yo le diría bien fuerte a esa niña del interior que tenía que haber sido más valiente en la adolescencia, no ser una rebelde sin causa. Yo fui rebelde desde chiquita, mi reto es que debía ser más valiente. De niña mis juguetes eran los huesitos de los animales que tenían alguna forma y estabilidad, los transformaba en personajes, pintandolos con carboncitos y los vestía con esponjas vegetales, yo les decía “gentecita”. Cuando me preguntaban por ellos, decía que eran gentecitas enfermas, que buscaban sanidad, buscaban sanar. Yo de chica quería ser médica y quería ser antropóloga. Me fui a Corrientes a estudiar medicina, habiendo tenido un buen ingreso, y ganando el sorteo para entrar a la carrera, era una época donde los cupos eran pocos y la facultad chica. Me esperaron 70 días porque debía esperar mi certificado de bachiller que venía de Santa Fe, pero como venía en tren tardó demasiado en llegar y quedé afuera por esa razón. En ese momento no sentí frustración, porque me di cuenta que tampoco me iba a dar económicamente, mis papás eran peones y trabajaban armando sementeras con cercos de palos, allí aprendí el valor de la tierra, también conocí de la realidad de otros chicos en peor situación que yo y eso me animo a volver, hice el Profesorado de Enseñanza Primaria y cuando me recibí empecé a trabajar y volví a mi deseo de estudiar antropología. No me sentí frustrada con la medicina, si con la antropología, porque ya no tenía una limitación económica ni cultural, sino simplemente el no poder romper la estructura social de las instituciones. Yo era docente titular, había gestionado el traslado y no pude lograrlo, por eso sentí frustración. Yo le digo a esa niña que debió ser más valiente, en que debió haber luchado para avanzar más en base a las metas, no condicionarse porque en la lucha con valentía hay formas de llegar a la meta."

        Virginia: A pesar de eso Nelly, usted encontró la manera de dedicarse a lo que le gustaba.

        Nelly: "Yo comparto lo que decía Freirede lado a lado se aprende y de lado a lado se enseña”, eso es lo que te va graduando y te hace crecer en conocimiento y sabiduría hay otra copla que dice y explica muy bien eso “en la escuela solo enseñan que aprendan pa no sufrir,
en la vida hay otra escuela y esa te enseña a vivir” son coplas de los norteños de nuestros sabios analfabetos del monte."

        Virginia: Sé que tenés un consejo para las mujeres que te leen, para todas las mujeres, aquellas monte adentro y aquellas que viven en la ciudad.

        Nelly: "Que sean perseverantes, que la perseverancia te lleva a la meta, que no abandonen y sean valientes, no queden en el intento, avancen, la perseverancia es lo que te da el triunfo. Sean como las mieles del Impenetrable, los apicultores debieron esperar 22 años, luchando con perseverancia para probar la calidad de su miel, pese a todos los comentarios maliciosos, luego de todos esos años, se comprobó su calidad superior y hoy día están exportando a Europa. Somos del Monte, Somos Impenetrable."

 

Nelly, quiero agradecerte por tu tiempo y tus palabras. Quizás en un futuro no muy lejano podamos encontrarnos nuevamente ya que queda mucho por conversar, da gusto conocer a una mujer tan consciente, tan amplia, tan sabia. Deseo que tus palabras resuenen en todo aquel que te lea, y de esa manera seguir cultivando el cambio en todos nosotros, ¡Muchas Gracias!